Sobre el duelo

“Nadie me había dicho nunca que la pena se viviese como miedo. Yo no es que esté asustado, pero la sensación es la misma que cuando lo estoy. El mismo mariposeo en el estómago, la misma inquietud, los bostezos. Aguanto y trago saliva.
Otras veces es como si estuviera medio borracho o conmocionado. Hay una especie de manta invisible entre el mundo y yo. Me cuesta mucho trabajo enterarme de lo que dicen los demás. Tiene tan poco interés. Y sin embargo quiero tener a gente a mi alrededor. Me espantan los ratos en que la casa se queda vacía. Lo único que querría es que hablaran ellos unos con otros, que no se dirigieran a mí.” C.S. Lewis. Una pena en observación.
Lewis, autor de la saga de las crónicas de Narnia, escribió este libro justo después de que su mujer falleciera en 1960, y dejó registrados para siempre esos sentimientos tan crudos que son la marca de una gran pérdida. Lewis lo firmó y publicó con otro nombre para evitar que lo relacionasen con él, y cuando salió, amigos suyos se lo recomendaron para que su lectura le ayudase en el proceso.
Suena curioso y hasta algo divertido, pero es que en realidad sólo alguien que ha pasado por una situación parecida tiene la capacidad de entender la profundidad de la pena por la pérdida de alguien, y así poder decir algo medianamente útil, ¿no?
¿A quién no le han dado ánimos diciendo simplemente “ánimo”? Como si la palabra misma encapsulase la capacidad de traer algún consuelo.
Si estás pasando por este duro proceso, no queríamos contentarnos con darte dos palmadas en la espalda. Así que nos preguntamos, cada uno de nosotros, ¿qué hubiéramos necesitado escuchar cuando la pérdida aterrizó como un jarro de agua fría, o como una niebla que poco a poco va arrastrándose y cubriendo el sol de tus días?
Y ahí van algunas de nuestras conclusiones:
M: Suena a paradoja pero el dolor que tienes es porque amas a esa persona.
(Sí, en presente y no en pasado). El amor es el sentimiento más increíble y bueno que se puede experimentar en esta realidad que llamamos tierra. El amor también cura, no te olvides de esta parte.
H: Puedes llorar, y sentirte como te sientas: triste, enfadado, decepcionado, preocupado…. Permítete sentir tus emociones y compartirlas. Jesús lloró. Juan 11:35
P: No te obsesiones por encontrar la manera de sentirte mejor. Ten paciencia contigo mismo.
M: Quizá personas de tu alrededor te den sin querer mensajes equivocados como “No estés triste” “Supéralo” o “No pienses en ello”. Lo hacen porque no saben cómo ayudarte y es su forma de intentar hacerte sentir mejor. Aprécialo de esa forma, no te lo tomes a mal, y déjalo pasar.
K: No te aisles. Está bien que pases tiempo a solas con tus sentimientos pero coge el teléfono si te llaman, sé sincero cuando te pregunten cómo estás, no dejes de hacer las cosas que te gustan o que te hacían feliz aunque sea durante unos minutos.
F: La culpabilidad puede aparecer por miles de motivos, pero no es tu amiga ni la mejor forma de conectarte con la persona que has perdido.
M: Si no te has podido despedir, hazlo de forma simbólica: escríbele una carta, haz zoom con la familia para hablar de ello… piensa en qué harías si todo fuera normal y trata de hacerlo con los medios que tienes. También puedes/podéis preparar una despedida a posteriori.
S: Recoloca a esa persona en tu vida porque se ha ido de una forma pero está de otra: en tus recuerdos, en tu forma de ser, de pensar, de hablar, en tus relaciones, en tus proyectos… Síguele haciendo parte de ella. Tu amor hacia esa persona puede seguir expresándose en multitud de cosas.
J: Si estás enfadado, molesto y/o decepcionado con Dios, díselo. Igual no lo sientes ahora o te cuesta creerlo pero Él entiende cómo te sientes y te va a escuchar, consolar y apoyar aunque no sea de la forma que te gustaría. Acepta también eso.
B: Puedes sentir que estás viviendo un “apocalipsis” personal pero hay una esperanza y precisamente en el libro que tiene ese nombre dice: «Él secará todas sus lágrimas, y ya no habrá muerte ni sufrimiento, ni llanto, ni dolor, porque el mundo que existía antes ya desapareció». Apocalipsis 21:4
ELAN: Creas o no creas en Dios en estos momentos, deja que oremos por ti.
Muchos hemos pasado o estamos pasando por lo mismo que tú, y no queremos dejarte solamente con estas frases. Así que, si quieres hablar, desahogarte o recibir unas palabras de ánimo escríbenos a… hola@somoselan.com Estamos al otro lado de la red :)
Un abrazo,
